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Como ayuda

El caballo está preparado para el día de la batalla; pero la seguridad es del Señor. Proverbios 21:31 (RV)

 En la búsqueda de una profesión, haz todo lo posible por prepararte para una buena carrera. Esto incluye un buen trabajo académico, formación profesional u ocupacional. Dedica tiempo, energía, esfuerzo, dinero y todo lo necesario para prepararte para el trabajo que deseas y en el que aprovecharás al máximo los dones y talentos que Dios te ha dado. Recuerda que no puede haber atajos. 

Pero después de haber hecho lo necesario para prepararte adecuadamente, confía en que el Señor te hará un hueco y te colocará donde encuentres satisfacción laboral. Ten esta confianza: que Dios se encargará de que tus esfuerzos se vean recompensados. Ten la seguridad de que Él te colocará donde tu preparación, conocimientos y dones se aprovechen al máximo en beneficio de la sociedad y para Su gloria.

No se desanime, angustie o desaliente si parece estar marcando el paso o si las puertas de las oportunidades parecen estar cerradas para usted. A veces, las puertas cerradas pueden significar que tiene que dar un salto al vacío, crear su propia empresa o tener ideas que le den trabajo a usted y a los demás. 

Si su formación no parece conducirle a la carrera que desea, quizá su formación no sea la adecuada. Averigua si hay algún curso de estudio abierto para ti y ve a por él. No importa que otros te consideren demasiado mayor para seguir ese curso. Tú sabes lo que quieres, y Dios recompensa el trabajo duro.

Como hijo de Dios debes comprender que tu vida, incluida tu carrera profesional, debe en última instancia traer gloria a Dios. Así que si la ruta parece ser rocosa, puede ser para prepararte para el lugar de máxima importancia donde el trabajo de tus manos logrará el propósito de Dios y le traerá gloria.

No te desanimes si en lugar de llevarte a ese trabajo por una ruta directa, Dios parece haberte puesto en una serpenteante. Sea lo que sea lo que Él decida hacer, ten la seguridad de que te llevará a una vida con propósito mientras sigues una carrera.

No ignores el factor Dios, pues como está escrito: "no... depende del deseo o del esfuerzo humano, sino de la misericordia de Dios". Romanos 9: 16 NVI. Esto es así, aunque el mundo grite: "si te fijas metas, te mueve la ambición, y dedicas tiempo, esfuerzo y todos los aportes necesarios, seguro que tendrás éxito, que alcanzarás tus objetivos". 

Mi querido hermano o hermana, haz tu parte, que consiste en someterte a toda preparación necesaria para el mercado y nunca dejes de mejorar y perfeccionar tus habilidades, pero recuerda que es Dios quien tiene el futuro, y Él te llevará a ese "final esperado" que promete en Jeremías 29:11. 

Si le confías a Él las metas de tu vida y tus aspiraciones más profundas, Él te colocará en el mejor lugar posible donde alcanzarás la máxima trascendencia, sin importar la aparente demora. Dios está involucrado en tu búsqueda de una carrera gratificante, incluso cuando el horizonte parece sombrío. 

Recuerda lo que dicen las Escrituras: "Todo lo hizo hermoso a su tiempo"(Eclesiastés 3:11).

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